Una cosa es ser patriota y otra cosa es ser patriotero.
El patriota es aquel que con sus acciones y sus palabras enaltece a la nación que representa. El patriotero es aquel que utiliza la retórica nacionalista para tratar de defender las carencias y problemas de su país.
Gerardo Velázquez de León es comentarista de la cadena TVC Deportes.
Los programas de esta empresa televisiva se originan en la Ciudad de México y se transmiten en los Estados Unidos a través de los diferentes servicios de cable y satelitales.
El viernes de la semana pasada, Gerardo fue el más claro ejemplo de lo que es un patriotero incapaz de aceptar la grave crisis de inseguridad pública que azota a la capital mexicana.
En su programa de ese día, el comentarista de TVC Deportes fustigó al equipo de los Texans de Houston, que el lunes pasado estuvo en el Estadio Azteca para enfrentar a los Raiders de Oakland.
El evento tenía gran relevancia por ser el primer encuentro de temporada regular que la NFL realizaba en México.
Antes de partir a territorio azteca, la directiva del equipo de los Texans envió a sus jugadores un mensaje electrónico en el que les hacía varias observaciones para no ser sorprendidos por la desatada delincuencia que que asola a los residentes de la Ciudad de México.
En el comunicado se le pedía a los jugadores que evitaran salir de su hotel de concentración y que en caso de de hacerlo se abstuvieran de llevar joyas consigo.
El equipo advirtió a todos sus integrantes que no salieran a la calle cargando fuertes sumas de dinero en efectivo y que no se detuvieran a utilizar cajeros automáticos toda vez que esos son puntos predilectos de los hampones para realizar sus fechorías.
Ante estas recomendaciones, muy lógicas para cualquier turista que visita la Ciudad de México, Gerardo decidió enarbolar la absurda bandera del patrioterismo.
El comentarista se atrevió a decir que los Texans le deben una disculpa a todos los mexicanos por el mensaje de advertencia que diseminaron entre sus jugadores.
“En Houston también asaltan, a mí una vez me asaltaron en Houston saliendo del estadio”, dijo el furibundo comentarista.
Gerardo instó al público que lo sintonizaba en ese momento a que no asistiera al partido entre Texans y Raiders como castigo a lo que él consideró una falta de respeto por parte del equipo de Houston a los mexicanos.
Los Texans hicieron lo correcto en advertir a sus jugadores cuál es el clima de inseguridad que mantiene a la Ciudad de México como una de las más peligrosas del mundo.
Gerardo no debió emprender un ataque patriotero en contra de los Texans, lo que debió haber hecho es utilizar su plataforma para señalar la corrupción e ineptitud de los políticos y autoridades que han llevado a la Ciudad de México ser un nido de ratas.
Gerardo se puso del lado de aquellos funcionarios que han tomado a la Ciudad de México como su botín personal y bastión político.
Los Texans no tienen la culpa que los hayan llevado a jugar a una ciudad caótica gobernada por delincuentes y criminales.
Los Texans hicieron lo correcto, Gerardo hizo el ridículo.