Mientras los candidatos del Partido Republicano batallan a “muerte” con miras a las próximas Elecciones Primarias, los contendientes demócratas brillan por su ausencia.

   Oficialmente hay quince candidatos republicanos. De esos quince, solo siete fueron invitados al reciente debate difundido por la cadena CNN: Rick Santorum, Ron Paul, Herman Cain, Mitt Romney, Rick Perry, Newt Gingrich y Michele Bachmann.

   Del resto no se sabe nada. Jon Hunstman, Gary Johnson, Fred Karger, Andy Martin, Jimmy McMillan, Tom Miller, Buddy Roemer, Matt Snyder y Vern Wuensche son fantasmas que aspiran un trabajo en tierra de mortales.

   A la hora de la verdad, dos o tal vez tres de los quince candidatos tienen una posibilidad real de convertirse en representante presidencial en las elecciones de 2012.

   Ron Paul, representante de Texas, probablemente es uno de los candidatos con menos posibilidades de llegar a la contienda final. Ha demostrado ser muy cuerdo con su proyecto político, tiene tremendo apoyo con los libertarios y algunos votantes con mentalidades intolerantes hacia grupos minoritarios. Sería una presa fácil para Obama.

   Rick Santorum, a pesar de tener experiencia en el campo político –fue senador de Pennsylvania—, sus posibilidades de llegar a la Casa Blanca son casi nulas. Su plataforma política está infiltrada de los grupos religiosos de ultra derecha. Dijo que el matrimonio de los gay es una bestialidad humana.

   Newt Gingrich tendría que nacer de nuevo para convertirse en un candidato carismático. La corrupción circula a su alrededor. Los mismos votantes de su partido lo detestan.

   Herman Cain es un caso especial. No tiene mucha experiencia política, pero utiliza muy bien los medios de comunicación y sabe debatir públicamente. Su experiencia en el campo financiero y negocios son puntos a su favor. Sin embargo, los republicanos no están todavía preparados para elegir a una persona de color. Sería un hueso difícil de roer para Obama.

   Por otra parte, Michele Backmann no tiene carácter o personalidad de una mujer inteligente. Lamentablemente, los republicanos no tienen una Hillary Clinton o una Margaret Thatcher en su partido. Backmann demostró sumisión al grupo Tea Party. Está más cerca de tomar parte de una película en Hollywood que llegar a la Casa Blanca.

   El gobernador de Texas Rick Perry ha demostrado tener mucha afinidad con la población latina. Su gobierno aprobó una medida que facilita fondos públicos a los estudiantes indocumentados. Sus políticas sociales son moderadas, pero su visión económica es conservadora. Tiene muchos problemas con las cámaras de la televisión. En la recta final, Perry no sabría contener la coherencia verbal de Obama durante los debates presidenciales.

   Mitt Romney es moderado, pero el proceso de las primarias republicanas le ha empujado a simpatizar con los radicales de su partido. Está en contra del sector público y los sindicatos, es un enemigo acérrimo de los inmigrantes y los grupos liberales, como los gays y lesbians. Le va a costar conseguir el voto de los moderados. Históricamente, los moderados son los que determinan las elecciones.

   Como están las cosas, parece que Obama tendrá otros cuatro años en la Casa Blanca.