Caro Quintero Rompe el Silencio
“Ando desesperado, preocupado y les pido que me dejen en paz. Yo no soy narcotraficante y no estoy en guerra”, exclamó Rafael Caro Quintero al romper el silencio por vez primera desde que fue liberado el 9 de agosto de 2013 tras pasar 28 años en prisión por varias condenas, entre ellas el asesinato del agente de la DEA Enrique ”Kiki” Camarena.
“Yo no secuestre ni organicé el secuestro de Camarena”, dijo Quintero. “Estuve en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Si en algo participé, le pido perdón al Gobierno de Estados Unidos, le pido perdón a la familia de Camarena”.
Caro Quintero quien fue fundador del Cártel de Guadalajara, asegura que dejó de ser narcotraficante desde 1984, y que no le interesa en lo más mínimo regresar a dicha actividad ilícita, ya que la factura ha sido cara. Concedió a la entrevista “Proceso”, con el objetivo de que los medios de comunicación lo dejen vivir en paz, además para dejar en claro que, lejos de lo que establece el gobierno americano, desde que salió de la cárcel, no se ha involucrado en la venta de drogas.
Con una gorra y una camisa azúl, dentro de una pequeña cabaña de donde no se proporcionó la ubicación, Rafael Caro Quintero mostró su cansancio ante una vida ajetreada, negó la mayoría de los hechos que la reportera de “Proceso” le cuestionó, entre ellos la distribución de droga hacia los Estados Unidos, así como la venta de cocaína en México. Explicó que únicamente se dedicó a la siembra, venta y distribución de marihuana en México; ya que la sierra donde creció había enormes sembradíos.
Durante la entrevista, Quintero relató su vida de pequeño, en donde la necesidad económica y la falta de su padre, lo hicieron tomar las riendas de la familia. Fue a los 14 años cuando se inició en dicho negocio para hacerse cargo de su madre y hermanos. Comenzó en los sembradíos de marihuana y amapola, sin embargo asegura que únicamente se dedicó a la distribución de la marihuana. Quintero relató que trabajaba desde las 7 a.m. hasta las 5 p.m.
Actualmente el Gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de cinco millones de dólares a quien proporcione información sobre el paradero de Quintero. A pesar de que fue liberado en el 2013 por resolución del primer tribunal colegiado en materia penal del tercer circuito de Jalisco, el cual estableció que Quintero no debió ser enjuiciado en el fuero federal, por el asesinato del agente de la DEA. Sin embargo el 16 de enero de 2015, fue nuevamente declarado culpable del homicidio, y se emitió una nueva orden de aprehensión en su contra, hasta el momento no ha sido efectuada por lo que es considerado prófugo de la justicia.