Las estadísticas muestran que a medida que los latinos se vuelven más relevantes en la sociedad y política de EE. UU., pueden ayudar a inclinar los resultados en una reñida carrera por la elección presidencial. Pero políticos y estadísticos no son los únicos que en estos días nos prestan atención. También los magnates de los medios de comunicación están haciendo fuertes inversiones en el desarrollo de productos que atraigan esta audiencia. Por ejemplo, Discovery-En Español acaba de anunciar el lanzamiento de una nueva producción original titulada “Gen H” (Generación Hispana). Gen H es un documental que sigue la trayectoria de tres emprendedores jóvenes latinos y explora aquello que les apasiona, así como sus opiniones sobre el país y su comunidad.

Esta “Generación H” debería ser de especial interés para la Iglesia Católica, dado que el porcentaje de latinos en las jóvenes generaciones de católicos en EE.UU. sigue creciendo. Por ejemplo, un asombroso 54 por ciento de todos los “católicos del milenio” estadounidenses son hispanos. El porcentaje de hispanos en los programas de formación para ministerios laicales se ha elevado a un máximo histórico del 40 por ciento. Y, aunque no a la par con el porcentaje de hispanos en la población católica total de EE.UU., el número de seminaristas hispanos en el filosofado continúa creciendo, estimándose un 20% del total de acuerdo con una encuesta reciente realizada por CARA a pedido de la Conferencia de Obispos Católicos de EE.UU.

Estas y otras estadísticas interesantes han sido recopiladas por el Secretariado de Diversidad Cultural en la Iglesia y se pueden encontrar en el sitio web de la Con-ferencia de Obispos Católicos de EE.UU. (http://www.usccb.org/issues-and-action/cultural-diversity/hispanic-latino/demographics/), así como en la recién estrenada página de FaceBook en español de la Conferencia episcopal (https://www.facebook.com/USCCBEspanol).

Para los católicos hispanos este es un año de aniversarios, entre ellos: 40 años del primer Encuentro Nacional para el Ministerio Hispano (1972), 25 años del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano, y el décimo aniversario de Encuentro y Misión: Un Plan Pastoral Renovado para el Ministerio Hispano Ministerio. Estos dos documentos clave de nuestra memoria histórica colectiva, junto con varios más, se pueden encontrar en A New Beginning, Hispanic, Latino Ministry—Past, Present, Future, el libro recién publicado por la USCCB. Se trata una edición especial bilingüe, que recoge los principales documentos de los obispos de Estados Unidos fundamentales para el Ministerio Hispano en los últimos 50 años.

Pero celebramos mucho más que documentos y eventos que reflejan nuestra historia como pueblo de fe en los Estados Unidos. Como el Obispo Gerald Barnes, presidente del Subcomité de Obispos para Asuntos Hispanos, escribe en su prólogo a Un nuevo comienzo:

“Hoy en día, millones de católicos hispanos/latinos se sienten como en casa en más de cinco mil parroquias. Movimientos laicos eclesiales también unen a millones a través de retiros, conferencias y miles de pequeñas comunidades. Prácticamente todos los años, nuevos obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, y ministros eclesiales laicos de descendencia hispana/latina, se suman al ministerio de nuestra Iglesia, cada vez más diversa culturalmente”.

Sí, hemos avanzado mucho. “Sin embargo, nunca antes ha sido tan urgente para todos los ministerios el servir a los hispanos/latinos en parroquias, escuelas y otras instituciones católicas,” escribe monseñor Barnes. Y continua:

“También ha sido de igual importancia para los ministros hispanos/latinos el desafío de llegar a los católicos de diferentes orígenes culturales y étnicos en el espíritu de la Nueva Evangelización.” El futuro espera y los “líderes católicos hispanos/latinos están muy conscientes de que su liderazgo es de suma importancia para el presente y futuro de toda la Iglesia en nuestro país.”

Como católicos hispanos, nos unimos al resto de la nación para celebrar el Mes de la Herencia Hispana. Honramos a quienes han venido antes que nosotros, aquellos que pusieron los cimientos, abrieron puertas y construyeron puentes de colaboración y entendimiento. Admiramos su creatividad y persistencia, totalmente seguros de que estamos parados sobre las espaldas de gigantes. También celebramos a quienes hoy, entre nosotros, llevan con orgullo su herencia hispano-latina, mientras se esfuerzan por servir y edificar la Iglesia y la sociedad en los Estados Unidos.