En lo últimos meses corporaciones policiacas por todo Estados Unidos han recibido reportes sobre el robo de automóviles en donde se utiliza un dispositivo misterioso.

“El misterioso artefacto, conocido como ‘relay attack’ funciona a través de un modem que hackea o copia la señal y el código de las unidades de control remoto de los automóviles, lo que permite activar  el dispositivo para abrir las puertas y encender los vehículos”, dijo Roger Morris, director de comunicaciones de la agencia National Insurance Car Board (NCIB).

Cuando un conductor sale de su vehículo y bloquea su coche con su remoto, un ladrón puede utilizar un dispositivo de retransmisión para capturar el código que se transfiere desde del conductor al vehículo.

El código se retransmite a una caja secundaria que se coloca al lado de la manija, engañando la red del coche con la misma señal, pero proveniente de otro dispositivo, permitiendo que el coche se pueda abrir.

El NCIB realizó pruebas usando 35 coches diferentes, incluyendo monovolúmenes, SUVs, y camionetas, y pudieron abrir 19 de esos vehículos con el aparato.

El dispositivo funciona en particular con modelos recientes que cuentan con control remoto y botón de arranque sin la necesidad de una llave.

Los investigadores del NCIB descubrieron que en la mayoría de los robos, se requiere de dos o más personas para realizar el ilícito, ya que una debe enfocarse al dispositivo y la otra en verificar que nadie se percate de la situación.  La agencia liberó una decena de videos, enviados por distintos negocios, en donde se observa por las cámaras de seguridad, cómo es el actuar de los ladrones.

“Si me da mucho miedo,  sobretodo porque el carro que estoy pagando ni siquiera es mío todavía”, destacó Salomón Meza, residente local, al aprender de esta técnica.

A pesar de su novedad, estos sistemas de transmisión no son nada económicos. Estos dispositivos únicamente se venden por el momento en sitios de internet, la mayoría provienen de Europa, y los costos oscilan entre los 2,000 dólares hasta los 60,000 dólares.

Aun así, las autoridades aseguran que los altos costos para hacerse de uno de estos aparatos lleva consigo más peligro, ya que si los ladrones invirtieron tanto en el artefacto buscarán por fuerza recuperar sus inversiones.