En San Diego, como en el resto de la Unión Americana, los casos de acoso sexual durante largas jornadas nocturnas y mientras se labora en restaurantes de comida rápida son una realidad para miles de mujeres.
En Estados Unidos, el 40 por ciento de las mujeres que laboran en un restaurante de comida rápida son víctimas de acoso sexual; en otras palabras, dos de cada cinco mujeres que trabajan en este sector han sido objeto de este tipo de abusos de acuerdo a un estudio realizado por la Asociación de Investigación Hart.
Las madres de familia y  mujeres jóvenes dicen ser las más afectadas ante la presión de soportar los malos tratos y actitudes de sus superiores. Trabajadoras con 20 o más años en la industria aseguran que esta es una condición que se vive sin distinción de empresas.
“En todos los restaurantes de comida rápida siempre pasa esto, no solamente en uno. Siempre nos pasa y más cuando trabajamos de noche”, señaló Guadalupe Barajas, trabajadora de un restaurante de comida rápida en la ciudad de San Diego. “Nos merecemos respeto y trabajar en un ambiente seguro. Muchas de nosotras somos casadas y con hijos así que no deberían faltarnos al respeto los [gerentes]”.
El problema es grave de acuerdo a las estadísticas del estudio. Para este estudio, 1,217 mujeres mayores de 16 años que laboran en cadenas de comida rápida dieron su testimonio sobre las condiciones y la realidad de ser víctimas.
En este análisis las condiciones de las mujeres fueron críticas, desde soportar acoso, asaltos sexuales, bajas en el salario, despidos, hasta sufrir problemas de salud originados por el estrés y presión  en el lugar de trabajo.
Las mujeres latinas y afroamericanas son las que viven las consecuencias de la falta de acciones contra esta condición. Las trabajadoras de color e hispanas sufren en un 33 por ciento más este tipo de acoso que las anglosajonas, quienes apenas llegan al 25 por ciento de los casos.
Las formas de intimidación por parte de los superiores o jefes en el trabajo son variadas. Entre los abusos expuestos por las víctimas se encuentran las burlas, chistes y comentarios sexuales, abrazos, roces, preguntas sobre intereses sexuales, miradas, gestos sexuales sugestivos, comentarios sobre orientación sexual, besos, pellizcos, caricias, presión para salir con el superior, solicitudes de sexo, muestras de imágenes explícitas, enviar fotografías, y ofrecer puestos mejores.
En San Diego, los casos no distan de estas encuestas realizadas a nivel nacional “Nos agreden diciéndonos cosas, poniéndonos apodos o diciéndonos groserías, también nos faltan al respeto verbalmente”, agregó Guadalupe Barajas.
El resultado de estas acciones generó que 15 mujeres a nivel nacional, pusieran una demanda a nivel federal. Junto a manifestaciones a nivel nacional, trabajadoras y trabajadores gritaban por sus derechos, que señalaron buscaban se reflejaran como parte de su empleo.
“Las manifestaciones fueron para presionar y dejar en claro  que los trabajadores quieren ser tratados con respeto y que los restaurantes McDonald’s deben acatar las leyes y dar un ambiente laboral seguro para las mujeres”, declaró Jessica Córdova, Vocera del Centro de Iniciativas Políticas en San Diego. “McDonald’s es el segundo empleador más grande a nivel mundial y  tiene la capacidad de cambiar”.
A partir de estas denuncias y protestas, las trabajadoras y trabajadores en estos restaurantes en San Diego dijeron solidarizarse con las miles más que enfrentan esta situación, y con ello, invitarlos a reconocer su poder y luchar contra las empresas que les traten mal. En la manifestación, los trabajadores de esta cadena dijeron que no descansaran hasta obtener trabajos seguros y dignos.