A su salud: conceptos básicos para la detección de la diabetes
¿Es usted uno de los 18.8 millones de adultos y niños en los Estados Unidos a quien le han diagnosticado diabetes, o tal vez uno de los 7 millones que aún no se diagnostica?
Ya considerada una epidemia nacional, la diabetes es una enfermedad que afecta la capacidad del cuerpo para producir o utilizar insulina, una hormona que produce el páncreas que ayuda a transportar la glucosa (azúcar en la sangre) a las células del cuerpo para que pueda aprovecharse como energía. Sin suficiente insulina, el cuerpo no puede aprovechar el azúcar apropiadamente. Debido a que el azúcar no puede entrar en las células, se acumula en el torrente sanguíneo y altera las funciones normales del cuerpo. Cuando el azúcar en la sangre se mantiene en niveles altos durante períodos prolongados, puede causar daño a los órganos tales como los ojos, riñones, corazón y a las extremidades, incluso si no se presentan síntomas.
Las personas con diabetes o no pueden producir suficiente insulina para procesar el azúcar, o no pueden utilizar correctamente la insulina que generan. Se desconoce la causa exacta de la diabetes, aunque los factores genéticos y ambientales como lo son comer en exceso que puede conducir a la obesidad y la falta de ejercicio, pueden ser factores. Existen una serie de factores que puede afectar su riesgo de diabetes. El riesgo puede ser mayor si usted es afro americano, latino, nativo americano, asiático americano o isleño del Pacífico, tiene antecedentes familiares de diabetes, sobrepeso, lleva una vida sedentaria o desarrolla diabetes durante el embarazo.
Existen dos tipos principales de diabetes. La diabetes tipo 1 es más frecuente en niños y adultos jóvenes. Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunológico del cuerpo ataca por error y destruye sus propias células (beta) productoras de insulina. Por esto, el páncreas deja de producir insulina, o produce sólo una pequeña cantidad. Las personas con diabetes tipo 1 deben ponerse insulina todos los días para mantener su cuerpo funcionando correctamente. Alrededor del 5 al 10 por ciento de la población de Estados Unidos tiene un diagnóstico de diabetes tipo 1.
La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes y afecta al 90 por ciento de la población estadounidense con diagnóstico de diabetes. Mientras que la diabetes tipo 2 generalmente ocurre en adultos, está aumentando a un ritmo alarmante en los adultos jóvenes y niños. La tipo 2 se desarrolla con el tiempo a consecuencia de los factores de estilo de vida, como la obesidad y la falta de ejercicio; a menudo comienza como una afección conocida como prediabetes, en la que los niveles de glucosa en sangre de la persona son más altos que lo normal, pero aún no lo suficiente elevados como para calificar como diabetes. Es probable que la prediabetes conduzca a la diabetes tipo 2 en un lapso de 10 años; mientras tanto, muchas personas con prediabetes desarrollarán problemas de salud asociados con frecuencia a la misma diabetes.
Si no se trata, la diabetes puede llevar a complicaciones serias, entre ellas, a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, presión arterial alta, enfermedades renales, ceguera, infección en las extremidades inferiores que puede llevar a la amputación y daño al sistema nervioso periférico.
Por fortuna, una vez que la diabetes se diagnostica se puede tratar. Aunque no hay cura hasta la fecha, los investigadores de la diabetes han hecho avances significativos para entender y tratar la enfermedad. A través del control adecuado de la diabetes, incluyendo medicamentos y cambios en el estilo de vida, las personas con diabetes pueden llevar una vida plena y saludable.
La detección temprana de la diabetes es vital para disminuir las probabilidades de complicaciones futuras. Entre los síntomas más comunes de la diabetes están la micción frecuente, sed o hambre excesiva, pérdida inusual de peso, aumento de fatiga, visión borrosa, heridas que no sanan e infecciones frecuentes. Si usted tiene alguno de estos síntomas, consulte a su médico de inmediato.
Las pruebas de detección de la diabetes, tales como los exámenes de laboratorio que miden el nivel de glucosa en la sangre, pueden identificar la diabetes y determinar el mejor tratamiento. Hay varios tipos de pruebas. Dos requieren ayunar al menos ocho horas antes de la prueba para asegurar que no consumirá nada de lo que puede afectar los resultados del examen, ya que comer o beber puede elevar sus niveles de glucosa en la sangre. La prueba de glucosa en plasma en ayuno mide los niveles de glucosa a primera hora de la mañana después de haber ayunado durante la noche. La prueba de tolerancia oral a la glucosa mide la glucosa en sangre una vez después de haber ayunado. Después, se le da una bebida especial con alto contenido de glucosa para que se la tome; dos horas después de habérsela terminado, se mide de nuevo su nivel de glucosa en sangre. Una prueba más novedosa que no requiere ayunar, la HbA1c, se ha utilizado para medir qué tan bien ha sido controlada su glucosa en sangre durante un período de dos a tres meses. Esta prueba mide el porcentaje de hemoglobina glicosilada, o HbA1c, en la sangre.
Si usted tiene cualquiera de los factores de riesgo para la diabetes, incluyendo antecedentes familiares de diabetes, presión arterial alta, colesterol HDL bajo, triglicéridos altos, o antecedentes de diabetes gestacional, pregunte a su médico si hacerse pruebas es indicado para usted.
La doctora Athena Philis-Tsimikas es especialista en endocrinología con Scripps Health y es vicepresidente corporativo del Scripps Whittier Diabetes Institute. Scripps Mercy Hospital será el anfitrión de un evento gratuito para personas que viven con diabetes y para aquéllos con riesgo de padecer diabetes el próximo 4 de febrero de 2012, de 9 a.m. a 2 p.m. A todos los asistentes se les ofrecerán pruebas de detección, información y la oportunidad de platicar con profesionales de la salud. Para más información, llame al 1-800-SCRIPPS.