Ya pasaron 199 años desde que inició el movimiento por la Independencia de nuestro país. Desde que somos bebés todos hemos celebrado el día de la Independencia o Grito – como también es conocido – el día 15 de Septiembre de cada año. ¿Pero sabemos por qué? En realidad creo que muchos desconocemos la razón.

 El 14 de septiembre de 1813, tres años después de que el Padre Miguel Hidalgo y Costilla iniciara el movimiento por la Independencia de México, José María Morelos y Pavón escribió un documento conocido por el nombre de “Sentimientos de la Nación”, en el cual abarca 23 puntos y establece que el día oficial para celebrar el movimiento es el 16 de septiembre de cada año.

 Este documento llega a representar a un Morelos progresista y al mismo tiempo a un Morelos intolerante. Comento esto por dos puntos dentro de su escrito: el segundo punto dice: “Que la religión católica sea la única sin tolerancia de otra”; y el punto quince dice: “Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales, y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio y la virtud”. Estos dos puntos son parte de los sentimientos de un hombre liberal y al mismo tiempo intolerante, pero que debemos reconocer que fue uno de los hombres a quien le debemos nuestra independencia.

 Una Independencia que en realidad se consumó hasta el 27 de septiembre de 1821 cuando el Ejército de las Tres Garantías entró a la Ciudad de México. Si nos falta un año para cumplir los 200 años de nuestra Independencia o un año para el inicio de nuestra Independencia o un año para festejar la fiesta del Bicentenario, lo queda claro, es que en todos los rincones de nuestro país, el 15 de septiembre los mexicanos gritamos ¡VIVA MÉXICO!, pero ¿por qué gritamos?

 El 15 de septiembre por la noche nos reunimos, festejamos, gritamos y todos nos sentimos “super” orgullosos de ser mexicanos. Es un día en que se resaltan nuestras tradiciones, se usan los trajes típicos de las distintas regiones de nuestro país, se cocinan los platillos típicos, se brinda con tequila, se canta, entre otras tantas tradiciones que nos ponen de fiesta.

 La fiesta inicia formalmente cuando el líder da el grito de la independencia, desde el balcón del palacio, como fue el grito de la joven Regina Vázquez Saut, Presidenta Municipal de Acayucan, Veracruz o el primer grito del Gobernador Guillermo Padres Elías del Estado de Sonora o el grito de Leonel Godoy, Gobernador de Michoacán  a un año de la explosión de las granadas en el centro de Morelia o el grito de Juanito, en una tarima sin luz, en Iztapalapa, o el grito en Toluca, que dio el Gobernador Enrique Peñá Nieto del Estado de México. A menos de 365 días del Bicentenario y de que vuelvan a dar el grito, ¿qué esperanza hay para el Bicentenario en el 2010?

 El Presidente de la República es quien tiene la responsabilidad de guiar y reorientar el rumbo del país. El Presidente Calderón aun no ha podido demostrar que tiene intenciones reales de hacer un cambio. Continúa con la misma política económica, encabezada por el Secretario de Hacienda, Agustín Carstens. Después de escuchar la comparecencia del Secretario de Hacienda, la cual duró casi seis horas, no veo un futuro optimista. El 15 de septiembre 2009 el Secretario decía a los Diputados que el 2 por ciento de impuesto generalizado es necesario, para que este país avance.  Si estoy de acuerdo que se tienen que evaluar cada uno de los impuestos o aumentos a impuestos que el Secretario propone, pero el problema es que sólo pide recaudar y quiere justificar esa recaudación al decir que por cada peso recaudado regresaran diez pesos en programas sociales. Si en tres años no ha podido lograr esto, que hace pensar al Secretario que le vamos a creer este año, los hechos dicen más que mil palabras. Ahora resulta que van a despedir a 10 mil empleados de nivel medio y alto del gobierno federal, para ajustar las finanzas públicas, ¿Qué van a hacer estos desempleados? ¡Sumarse a los más de 400 mil desempleados que van en el año!

 La triste realidad es que sólo festejamos un día, pero el grito lo están dando millones de mexicanos todos los días. ¡Más impuestos NO! ¡No tengo trabajo! ¡No tengo para pagar mis deudas! ¡No tengo para pagar medicamentos! ¡No me alcanza el dinero para darles una vida digna a mis hijos! ¡El gobierno me quita mis derechos de decidir! ¡México es cada vez más intolerante! ¡Otro asesinato! ¡No hay trabajo! ¡IVA México! ¡No, ya no! Todos tenemos una responsabilidad, y esta responsabilidad es con nosotros, nuestra familia, nuestros amigos, nuestros vecinos, nuestros compañeros y nuestros paisanos. Debemos exigirles a nuestros funcionarios que hagan su trabajo y bien, pero también nosotros tenemos que cambiar nuestra actitud, nuestra forma de ser y darle rumbo a este país, para poder celebrar en verdad el Bicentenario de la Independencia en el 2010.