El próximo 14 de marzo se cumplirán 16 años de que inició el movimiento social de ex braceros que aglutina a viejos ex migrantes que desde 1942 hasta 1964 trabajaron en los campos agrícolas y ferrocarriles estadounidenses, y que desde 1998 se movilizaron con objeto de luchar por la devolución de unos ahorros que en su momento nos se les regresó. Se trata de un problema que en su momento estuvo rodeado de irregularidades, corrupción y un sinfín de malos manejos por parte del gobierno mexicano. Desde 1942 hasta 1958 una de las normas del convenio bilateral firmado entre México y Estados Unidos, autorizaba deducciones del diez por ciento salarial para un Fondo de Ahorro Campesino que posteriormente les sería devuelto. Se trataba pues de una especie de seguro de desempleo con el que se pretendía que a su regreso a México los trabajadores compraran insumos e implementos agrícolas para el campo, además de aplicar los conocimientos obtenidos en los campos estadounidenses.

Sin embargo, la maquinaria de corrupción e irregularidades que había prevalecido durante los sexenios de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán, intervino también en detrimento de los braceros mexicanos. Mientras miles de ellos ganaban el sustento trabajando bajo difíciles condiciones laborales, ya sea plantando, cortando la maleza o pizcando innumerables hortalizas en el field estadounidense; e incluso reparando y dando mantenimiento a los ferrocarriles en “nombre del esfuerzo de la guerra”; por otro lado, en la clandestinidad y a expensas del desconocimiento de muchos trabajadores sobre las deducciones salariales y otros de sus derechos, los bancos mexicanos encargados de salvaguardar los ahorros descontados (Banco Nacional de Crédito Agrícola y Banco del Ahorro Nacional) y el gobierno mexicano, cometieron el que ha sido considerado por muchos como el robo más grande de la historia moderna de país.

Como consecuencia de los malos manejos de esos ahorros, décadas después inició una movilización popular. Para ser exactos, trascurrieron 34 años desde 1964 en que concluyeron los convenios de braceros hasta 1998; todo apunta a que durante ese largo tiempo la problemática estuvo dominada por la apatía, la omisión, el olvido, pero sobre todo por el desconocimiento de muchos ex braceros sobre la existencia de dichos ahorros. Evidentemente, pueden existir diversas versiones sobre el nacimiento de esta movilización; en este sentido, una de ellas es que la protesta se empezó a organizar en marzo de 1998 en Puruándiro, Michoacán, de la mano de Ventura Gutiérrez, ciudadano México-americano oriundo de esa población, quien por petición de su abuela se dio a la tarea de investigar qué era tal ahorro que le habían aplicado a su fallecido abuelo Joaquín Méndez, cuando trabajó como bracero para la Union Pacific Railroad Company de Dallas, Texas.

Desde entonces pues, no sólo Ventura, sino un gran número de activistas iniciaron un proceso de documentación y difusión sobre la problemática de los ahorros perdidos, al tiempo que formaban grupos de apoyo para hacer frente al enemigo en común que identificaron: el gobierno mexicano que en su momento cometió tal irregularidad. De esta manera fue como inició la movilización de estos ex migrantes que durante mediados del siglo XX colaboraron con su esfuerzo para mantener y engrandecer -durante y después de la guerra- al campo estadounidense. En suma, de 1942 al 2013 trascurrieron 73 años desde que se inauguró el Programa Bracero; 49 de que concluyó el mismo en 1964; 15 años desde que inició el movimiento social de los viejos ex braceros en 1998, y el problema de los ahorros sin retorno aún no se resuelve del todo. La deuda histórica del Estado mexicano con este grupo social aún no ha sido saldada. Sin embargo, es valioso destacar que durante esta década y media, como resultado de sus movilizaciones en ambos países, los ex braceros han conseguido algunos beneficios, como lo es el Apoyo Social aprobado por el gobierno federal mexicano desde mayo del 2005, y que hasta la fecha ha pagado una cantidad simbólica de 38 mil pesos a poco más de 195 mil personas de ambos países que pudieron acreditar su condición de ex migrante. Con esta breve explicación de por qué inició y con qué objeto, la movilización de los ex braceros, queremos iniciar una serie de publicaciones para darle seguimiento a la problemática, pues al día de hoy la mayoría de ellos sobrepasan los 70 años de edad, y por lo tanto la expectativa sobre la continuidad de su movilización es un tanto incierta.