El Parque Pantoja, el más antiguo del centro de San Diego, recibió hace 35 años, como obsequio del Gobierno de México, un monumento dedicado al Benemérito de las Américas, Benito Juárez.

En conmemoración del 212 aniversario de su natalicio, el pasado miércoles 21 de marzo, se reunieron en Pantoja Park autoridades del Consulado General de México en San Diego, la Coalición de Comunidades Indígenas de Oaxaca, y comunidad en general, quienes colocaron una ofrenda floral a los pies de la estatua de Juárez.

“La vida de Don Benito Juárez es un ejemplo de perseverancia y lucha”, dijo Marcela Celorio, Cónsul General de México en San Diego. “Producto de la cultura del esfuerzo y no del privilegio, ya que desde niño tuvo que superar un sinnúmero de adversidades, a pesar de las cuales llegó a ser juez, diputado, gobernador de su estado, ministro y presidente de México”, agregó.

Como una invitación a toda la comunidad mexicana que reside en San Diego, Celorio señaló la importancia del amor por México y el compromiso con el país, mediante un patriotismo sano y generoso.

“La patria es un puñado de lugares y personas que pueblan nuestros recuerdos y los tiñen de melancolía, la sensación cálida de que, no importa donde estemos, existe un hogar al que podemos volver”, declaró Celorio, citando a Mario Vargas Llosa.

México ha tenido presidentes que serán recordados por sus aportaciones durante su sexenio, por sus frases, o vida privada. De la autoría de Juárez, la gran mayoría de los mexicanos conocen y recitan de memoria, “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Conocido como el padre del liberalismo, Juárez, originario de Oaxaca, fue el primer presidente indígena en América Latina y el mundo, y es considerado como una de las figuras más emblemáticas del pueblo mexicano.

Con 1.37 metros de estatura, fue dos veces presidente mexicano (del 15 de enero de 1858 al 10 de abril de 1864 y del 15 de mayo de 1867 al 18 de julio de 1872) y fue nombrado Benemérito, o digno de galardón, por las naciones de Colombia y República Dominicana.

Además, se sabe que Juárez gustaba de tener correspondencia regular con cientos de personas, algunas de ellas artistas reconocidos, como es el caso del poeta, novelista y dramaturgo francés Víctor Hugo, quien en junio de 1867, le escribió al entonces presidente mexicano solicitando el perdón al ex-emperador mexicano, Maximiliano de Habsburgo.

El oaxaqueño es recordado por la comunidad, al haber marcado la historia nacional. Al acto en el Parque Pantoja asistieron destacados líderes comunitarios oaxaqueños, estudiantes y miembros diplomáticos.