Sesenta personas fueron detenidas en un operativo que vincula a la comunidad iraquí de El Cajón con el cartel del Chapo a quien acuden para conseguir drogas, armamento y granadas.

    Las 60 personas fueron detenidas tras un operativo  de vigilancia de 8 meses, dirigido por la DEA y la policía de la ciudad de El Cajón, al que llamaban Operativo Arenero del que no se descartan más arrestos pues no se ha dado por concluída.

    La investigación encontró que el Sindicato de Crimen Organizado Caldeano, un grupo extremista basado en Detroit, utilizó al cartel de Sinaloa, dirigido por el Chapo Guzmán para conseguir armamento en San Diego que luego sería enviado a Detroit a las filas del grupo.

    En las detenciones se decomisaron 630 mil dólares en efectivo; 18 libras de metanfetamina, cocaína y otras drogas, así como un arsenal de 30 armas y 4 explosivos caseros.

    Según los documentos del caso, hechos públicos el pasado 12 de agosto, el grupo era liderado por  apodado Nofeel Noel Suelyman, apodado “Jorgee” se dedicaba a la distribución de droga al menudeo y se presume para la compra de armamento prohibido sin su debido registro.

    Además se encontraron explosivos caseros que fueron descritos como “mega bombas caseras” y son generalmente utilizados en actos terroristas de bajo nivel.

    La mayoría de los arrestos fueron en una peluquería, conocida por operar una red de apuestas ilegales y prostitución desde donde se hacían los contactos y la compra de armas y droga, para ser enviadas al grupo de Detroit.

    El mencionado lugar está en una avenida principal y al lado de un supermercado especializado y una tienda de podadoras de cesped. El lugar había sido blanco de quejas por parte de los vecinos y ya había varios grupos comunitarios pidiendo su cierre.

    Los Caldeanos son cristianos iraquíes que llegaron a Estados Unidos como refugiados por la persecución  sufrida en Irak por su religión; unos 40 mil de ellos viven en San Diego, es decir, una de la población más extensa en los Estados Unidos.

    “Somos una comunidad pacifica que ha estado en esta zona desde hace 50 años” explicó el doctor Noori Barka, presidente de la compañía Calbiotech  y líder comunitario, “como cualquier comunidad tenemos personas que no se dedican al bien pero nosotros hemos tratado de que ese lugar desaparezca, incluso antes de saber de esta investigación o los arrestos”.

    Durante la investigación,  en abril  de este año, un agente encubierto entrevisto a un migrante que dijo haber conseguido una granada por medio de un militar mexicano corrupto y autoridades sospechan que fue tras su paso por Tijuana como migrantes que estos iraquíes hicieron contacto con los cárteles.

    Además Noori Barka, explica que algunos de los informes dados por autoridades a los medios, como el hecho de que los caldeanos podrían haberse vinculado con narcos en su paso por Tijuana para cruzar ilegalmente son absurdos.

    “Algunos caleanos recurrieron a polleros en Tijuana hace una década” dijo el científico y empresario, “pero desde hace mucho tiempo que se nos ha otorgado el estatus de refugiados por lo que no se recurre a esos métodos peligrosos sino que se pide asilo político”.

   El director de la Cámara de Comercio, Mark Arabo lamentó la desinformación  sobre su comunidad, a la que califica como discreta y trabajadora y asegura que estarán vigilando los resultados de las investigaciones porque resulta que de los 60 detenidos solo 30 han sido acusados formalmente de crimen organizado y armas prohibidas.

   “Pero de esos 30, apenas 5 son del medio oriente y 4 de ellos caldeanos” dijo Arabo, “ellos deben ser castigados pero se ha dado mala información porque nadie habla del origen étnico de los otros acusados”.

   La lista de acusados en el caso parece confirmar lo que asegura Arabo, cuya organización representa a 2 mil comerciantes de esta comunidad.

    “Finalmente hay personas que hacen daño pero somos nosotros los primeros en rechazarlos” explica Arabo, “Se tacha a los Caldeanos de terroristas y a los mexicanos de narcos pero no se habla del consumo que finalmente es el motor para toda esta actividad ilegal”.