Cientos de inmigrantes centroamericanos han arribado a la frontera entre Tijuana y San Diego con la mira en solicitar asilo político a Estados Unidos. Este grupo forma parte de una multitudinaria caravana que se espera, alcancen la región fronteriza en próximos días.

Para celebrar su llegada, el grupo se dirigió hasta las inmediaciones del Parque de la Amistad para ver de cerca el muro que separa los dos países. Algunos fueron más allá y lo escalaron para llegar al otro lado ante la mirada de agentes fronterizos que custodiaban la zona, aunque finalmente, optaron por regresar a suelo mexicano por su propio pie.

En primera instancia, optaron por pasar la noche en el sitio. Lo más cerca posible del “sueño americano”, decían. Finalmente, autoridades en México habilitaron albergues para darles refugio mientras esperan su turno para hacer su petición en el cruce internacional.

Dicho proceso podría demorar semanas. Recientemente, Pete Flores, director de operaciones terrestres para la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en San Diego, adelantó que el espacio para procesar a quienes llegan en búsqueda de refugio es limitado.

Si bien, se tiene cupo para alrededor de 300 personas, previo a la llegada de integrantes de la caravana ya se contaba con “una lista de espera”. Por ello, hay quienes piensan que el recibimiento de inmigrantes será paulatino y tardío.

“La espera en este momento es entre cuatro y seis semanas”, anticipa Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos en San Diego. “Ahí es donde está el detalle porque con la llegada de tantas personas es muy probable que el número se va a doblar, y es ahí donde creo que habrá mucha frustración, pueden perder la paciencia y es donde hay riesgo de que se vean ellos con la necesidad de cruzar el muro”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya ha firmado una orden ejecutiva para prohibir de forma inmediata que los inmigrantes que entren al país de forma irregular puedan pedir asilo político. De hacerlo, éstos serían arrestados, lo que los haría inelegibles para solicitar refugio.

Mientras tanto, el gobierno federal ya ha implementado el denominado Operativo Línea Segura que derivó en el despliegue de cientos de soldados para resguardar la zona entre Tijuana y San Diego.

El temor de autoridades estadounidenses es que se replique lo acontecido en la frontera entre Guatemala y México, en donde se registraron enfrentamientos entre policías mexicanos y algunos integrantes de unas de las caravanas. Entre las medidas, se procedió a cerrar tres de los 26 carriles del cruce vehicular en San Ysidro para colocar muros de contención y alambrado.

También, se anunció que este fin de semana, del 17 y 18 de noviembre, permanecerá cerrado el Parque de la Amistad, en donde se reúnen familias que han sido separadas por leyes migratorias.
Esto, debido a la presencia de miembros de la caravana del otro lado del muro.

De ser necesario, este cierre podría extenderse otro fin de semana, adelantaron autoridades de CBP. “Vamos a ver qué sucede en el lado sur y reevaluaremos cualquier potencial de riesgo tanto para el público como los oficiales”, señaló un portavoz de la agencia federal.