El Museo de los Nuevos Americanos recibirá en Washington D.C. un reconocimiento a nivel nacional por su labor comunitaria a favor de los inmigrantes. Este organismo fue fundado hace 17 años por la filántropa y activista Deborah Szekely con el objetivo de destacar las aportaciones de los inmigrantes a Estados Unidos, lo que ha cobrado mayor importancia en los últimos años con el crecimiento del fenómeno migratorio.

“La contribución del inmigrante al éxito de Estados Unidos, históricamente, ha sido fundamental. Hoy en día es más relevante dada la retórica antiinmigrante y divisoria del actual presidente y sus seguidores, poder retomar o cambiar esas narrativas negativas es fundamental a nuestra misión”, dijo Linda Caballero-Sotelo, directora general del Museo de los Nuevos Americanos.

Caballero-Sotelo asumió la dirección general hace cinco años. Al ser inmigrante de primera generación, originaria de Tijuana, conoce bien la problemática de la frontera, por lo que funge como pilar de los proyectos que se desarrollan en el museo ubicado en Liberty Station.

Pero no ha sido sencillo, el clima de intolerancia se ha ampliado a partir de las elecciones presidenciales del 2016, teniendo percances antiinmigrantes clasificados como crímenes de odio (hate crimes) en sus espacios.

“En una ocasión vandalizaron una enorme pared que estaba en exhibición, escribieron comentarios racistas y de odio. La reacción del museo fue crear un espacio de diálogo abierto para explorar puntos de vista conflictivos”, dijo Caballero-Sotelo.

La dinámica consistió en incluir las opiniones de inmigrantes y refugiados multigeneracionales, con el objetivo de servir como espejo para la sociedad norteamericana “mainstream” y reconocer que Estados Unidos se conformó por migrantes desde su inicio.

“Pusimos en exhibición los mensajes de odio con la finalidad de reconocer lo que se necesita hacer para avanzar en el tema, fue una forma positiva de reaccionar que hizo a los migrantes sentirse seguros. Eso fue algo muy especial”, añadió Ciara Merritt, coordinadora del programa extramuros.

Dijo que han rescatado partes del muro que desmanteló Trump de la frontera Tijuana-San Diego, y se utilizará como memoria viva de lo representativo que ha separado a la región, con la intención de que forme parte de una exhibición permanente del museo.

Otra manera de fomentar el respeto para los inmigrantes es a través de sus estudios de grabación local y móvil, espacios donde inmigrantes de cualquier generación pueden contar sus historias de manera oral o digital. Hasta el momento cuentan con 2,500 relatos de inmigrantes en su archivo.

La comunidad del museo crece a través de distintas actividades educativas, tales como narraciones orales; ensayos; foros; exhibiciones con un programa amplio de curaduría en artes visuales.

Los artistas participantes trabajan temas de desplazamiento, identidad, fronteras y programas de capacitación en microempresas para inmigrantes con énfasis en sectores creativos.

A través de estas actividades, el Museo de los Nuevos Americanos de San Diego busca promover el entendimiento e interacción entre los recién llegados y los nacidos en Estados Unidos.

“La importancia del museo es que rompe la barrera entre quienes por generaciones han estado en el país y los inmigrantes que llegaron en estos tiempos de conflicto migratorio, los norteamericanos tal vez no tienen el conocimiento de lo que ocurre en la frontera o lo que la gente tiene que soportar para llegar aquí y por qué lo hace”, dijo Merritt.

Hasta el momento han realizado 25 exposiciones, 50 eventos, pop-up shows, talleres, pláticas y foros. Actividades en su mayoría gratuitas para el público, recibiendo más de 10,000 visitantes por año.

Cuentan con 500,000 dólares anuales, para presentar todos los programas, provenientes de fundaciones, organismos y la ciudad de San Diego.

Entre sus próximos eventos se encuentra una gala en noviembre, será una tarde de menús especiales elaborados por chefs migrantes que compartirán su travesía a través de sus creaciones culinarias.