Por lo menos un reconocido defensor de los derechos de los inmigrantes y un académico criticaron en un evento por el Día Mundial del Refugiado en la Casa del Migrante a los gobiernos de Estados Unidos y México por contribuir a “una crisis humanitaria sin una respuesta humanitaria” en la frontera.

El padre Pat Murphy, director de la Casa del Migrante de Tijuana, lamentó que el entrante gobierno de México juzgue sin bases a las organizaciones que ayudan a los migrantes y les haya retirado todo tipo de apoyo cuando se aumentan las cifras de migrantes que se aglutinan en la frontera.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador simplemente justifica que todas las organizaciones civiles usan para sus miembros las aportaciones, sin que la ayuda llegue a quienes la necesitan.

Murphy, de indudable autoridad moral en la Coalición Pro Derechos de los Migrantes, dijo en tono sarcástico que “en la Casa del Migrante entonces llevamos 32 años de estar robandoles a los migrantes”, según la óptica del gobierno federal mexicano.

El sociólogo David Fitzgerald de la Universidad de California en San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés) dijo en el mismo foro que la mayoría de los migrantes mexicanos y centroamericanos que buscan asilo en Estados Unidos terminan en casos de fracaso.

Fitzgerald dijo que solamente entre el 2 y el 3% de los migrantes mexicanos y centroamericanos consiguen el asilo, el resto termina en casos negados, o en familias y migrantes que deciden regresar a sus lugares de origen ante la dificultad para conseguir el asilo.

Dijo que actualmente los solicitantes de asilo chinos y egipcios se encuentran entre los más aceptados por el gobierno de Estados Unidos.

El experto criticó que toda la crisis humanitaria en la frontera responda a una campaña para intento de reelección del presidente Donald Trump.

Trump, desde la campaña anterior, se dio cuenta que criminalizar a lo migrantes y usar el tema de los migrantes le da a ganar elecciones, y en ese sentido es que quiere utilizar la crisis humanitaria en la frontera, no le interesan las vidas de los migrantes, aseveró el experto.

Según sus cálculos, en promedio muere un migrante cada día al trata de llegar a la frontera, o al intentar cruzarla.

Más de 6,000 personas esperan audiencias y resoluciones a peticiones de asilo en la ciudad de Tijuana, antes de que inicie el envío de mayores grupos desde Estados Unidos según un reciente acuerdo de los gobiernos de los dos países.

Muchos migrantes pierden el interés al saber que podrían tardar varios meses en tener alguna respuesta, que la mayoría de las veces es negativa a sus solicitudes.