MAZATLÁN, Guerrero – Unos 800 miembros del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana, algunos con armas largas, a bordo de más de 60 vehículos, se concentraron en las calles de la comunidad de Mazatlán, situada a 20 kilómetros de la Capital, Chilpancingo, Municipio gobernado por Mario Moreno Arcos, quien según el líder empresarial Pioquinto Damián Huato, se trata de un “narco-alcalde”.

“Yo sostengo que Mario Moreno Arcos es un narco-alcalde; hay secuestros y no se da cuenta. Le entregó la Feria de Navidad y Año Nuevo de Chilpancingo, así como el palenque de gallos y el Organismo Público Descentralizado de Transporte Municipal con 30 permisos de combis, a la delincuencia y por esos sostengo que tenemos un narco-alcalde”, acusó Damián Huato.

Unos mil integrantes de la Policía Comunitaria, adscritos al Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana, ha logrado apaciguar en poco más de una semana, una decena de poblados de Chilpancingo, a pesar de que estos ciudadanos organizados han recibido amenazas de muerte y constante hostigamiento de militares y policías federales para que abandonen la vigilancia ciudadana.

“En el valle de El Ocotito la gente vivía un infierno, una tragedia cada día, secuestros extorsiones, cobros de piso, llegaban chamacos quitaban la credencial de elector para ver si la gente estaba pagando cuotas y el Presidente Municipal Mario Moreno, mejor se llevó a los policías municipales del Ocotito, dejando en manos de la delincuencia al pueblo”, explicó Damián Huato.

Responsabilizó al Gobernador perredista Ángel Aguirre quien por “hueva” (omisión), ha dejado crecer los problemas de inseguridad en Guerrero y advirtió que si a la brevedad no se resuelve la inseguridad que vive la Capital del estado, los policías comunitarios deberán brindar la seguridad a los chilpancinguenses.

Sobre la banda delincuencial “Los Rojos”, Damián Huato, señaló que “hay cuatro familias que mantienen el control de las bandas organizadas en Chilpancingo y aquí en Mazatlán, vive uno de los líderes más im-portantes del narco, apodado “El Melox”, originario de la comunidad de El Ocotito, que controla pueblos ubicados a los costados de la ca-rretera México-Acapulco, en un tramo de 30 kilómetros, desde La Haciendita hasta Petaquillas en el Municipio de Chilpancingo”, acusó Damián Huato.

En Mazatlán, poblado donde versiones populares señalan que familias vinculadas con la producción y trasiego de droga se han asentado en los últimos años y se han registrado levantones, secuestros y extorsiones, los lugareños prefirieron no hacer denuncias públicas ante los comunitarios y líderes de comerciantes y transportistas de Chilpancingo.

“Me da nauseas el sistema y asco el Gobierno y que nos vengan a cegar los ojos con despensas y falsas promesas. Y no solo culpar a los de cuello blanco detrás del escritorio porque nosotros tuvimos la culpa de que estén ahí”, dijo un joven de Mazatlán, al tomar la palabra y en respuesta, los integrantes de la Policía Comunitaria corearon “no están solos…, no están solos…”.

La participación del joven de unos 18 años, contrastó con las palabras del Comisario Municipal de Mazatlán, Antonio Santos, quien evitó acudir a la concentración de policías comunitarios, aduciendo que en Mazatlán no existen problemas de seguridad.

Líderes de la Policía Comunitaria, adherida a la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero UPOEG, llamaron al Presidente Enrique Peña Nieto a evitar represalias contra quienes se organizaron para defender a las poblaciones del asedio del crimen organizado.

Tras el mitin, los policías comunitarios y líderes simpatizantes, se trasladaron al valle de El Ocotito, donde sostuvieron una reunión con el Alcalde priísta Mario Moreno Arcos.