El presidente Donald Trump dijo que esta semana podría venir a San Diego, cuando también advierte que podría cerrar indefinidamente la frontera si el gobierno de México se niega a detener a todos los migrantes que cruzan su territorio rumbo a la frontera estadounidense para pedir asilo.

“Lo creas o no, nos rogaron que construyeramos en San Diego, rogándonos que construyeramos el muro. Y estamos en el proceso de completar un tramo importante de muchas millas y vamos a tener una conferencia de prensa allí para mostrarle a la gente; es algo realmente bueno”, dijo el mandatario en entrevista televisada.

El presidente otorgó esa declaración al hablar sobre un cierre de la frontera esta semana.

En una serie de dos mensajes por Twitter, el presidente dijo primero que “México no está haciendo NADA para ayudar a detener el flujo de inmigrantes ilegales a nuestro país. Todos son charlas y no hay acción. Que se cierre la frontera sur”.

En un segundo mensaje advirtió que el cierre podría ser esta semana.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, respondió también por Twitter que “México no actúa con base en amenazas. Somos un gran vecino. Díganlo si no el millón y medio de estadounidenses que eligieron a nuestro país como hogar, la más grande comunidad de ese origen fuera de EE.UU.”.

Pero Trump pareció tomar esa respuesta como burla y respondió a reporteros que “no estoy jugando, puede ser un cierre por un largo tiempo”.

Algunos medios de información en México informan que ya en el fin de semana se han cerrado carriles de garitas y que los conductores esperan largas horas para cruzar de México a Estados Unidos desde que el mandatario pronunció las amenazas.

Pero la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), a cargo de las garitas, informa que el flujo vehicular es normal.

El presidente asegura que por una crisis de seguridad u humanitaria en la frontera, las autoridades tienen saturados los centros de detenciones con migrantes centroamericanos que buscan asilo.

También la secretaria de Seguridad, Kirstjen Nielsen, y el comisionado de CBP, Kevin McAleenan, sostienen que el flujo migratorio es “inmanejable”, y a sus declaraciones acompañan fotografías de cientos de migrantes en un perímetro cercado con tela de alambre.

El mandatario dijo la semana pasada que Estados Unidos tiene leyes de migración “muy débiles” y que México en contraste tiene fuertes leyes de migración que servirían para detener los migrantes que tratan de llegar a la frontera estadunidense.

“Tenemos una emergencia nacional en nuestra frontera. ¡México, con las leyes de inmigración más fuertes del mundo, se niega a ayudar con la inmigración ilegal y las drogas!”, comentó el mandatario.

La posición el gobierno de México, según su canciller, es que “trabajamos con Estados Unidos para avanzar en la coexistencia de nuestras posturas distintas sobre migración”.

Indicó que “México actuará responsablemente en el tema a partir de su propia visión, expresada en el Pacto de Marrakech para una migración ordenada y segura”.