Los muros que dividen a México y Estados Unidos, diseñados para contener la inmigración indocumentada y el tráfico de drogas o armamento, también serán los responsables de acabar con uno de los ecosistemas más preciados para los residentes de la región Tijuana-San Diego: el Estuario del Río Tijuana.

    Este desastre ecológico, que comenzó con la construcción de segundos y terceros muros en la frontera suroeste del país, fue lo que motivó al documentalista Greg Rainoff a crear , una cinta que pretende mostrar al público norteamericano el tremendo costo ambiental y social que las comunidades fronterizas deben pagar en pro de su seguridad y de una inmigración ordenada.

    “Este es el último estuario intacto en el sur de California, todos los demás han sufrido daños severos o han sido destruidos” lamentó Rainoff, residente de San Diego de muchos años.

    La cinta comienza con una hermosa vista panorámica de la vegetación y la vida silvestre del Estuario aún intacta, capturando los sonidos de las aves y las olas del Océano Pacífico. La belleza de las imágenes no dura mucho, al combinarse con los estruendosos sonidos de las máquinas de construcción que aparecen levantando un muro de tierra de más de cuarenta pies de altura coronado con una barda de metal brillante.

    “Están destruyendo un tesoro de la humanidad” manifestó Oscar Romo, un científico ambientalista entrevistado al inicio del documental.

    Romo explicó que con el paso de los años el sedimento proveniente de las montañas de tierra creadas por el hombre será deslavado por las lluvias y el viento hasta cubrir los 450 acres de vegetación que hasta ahora son como un pulmón para el contaminado aire transfronterizo.

    También advirtió sobre el impacto que puede tener la constante deforestación de la zona, ya que los cerros se mantienen firmes gracias a la capa de vegetación que la cubre y que de ser dañada tarda cientos de años en estabilizarse.

    El científico reflexiona sobre la promesa del Departamento de Seguridad Interior de restaurar la vegetación afectada cuando concluyan los trabajos de construcción de los segundos y terceros muros fronterizos.

    “Yo simplemente no confío en ellos… no es su negocio, ni siquiera tienen recursos para terminar de construir las bardas” sostuvo Romo, quien confía en que algún día una administración federal dejará de designar tantos recursos a la protección fronteriza y caerá el muro.

    El cineasta no coincide con Oscar Romo en que el muro eventualmente va a ser derribado, o por lo menos está seguro que no va a suceder pronto, al considerar que en las siguientes cinco décadas México producirá alrededor de cinco millones de inmigrantes más.

    “Temo que por eso puede haber más muros, más armas, más migra… si queremos que ese muro caiga tienen que pasar muchas cosas entre ambos países” sostuvo Rainoff.

    La contaminación ocasionada por la basura doméstica y los desechos industriales es otro de los factores de daño ambiental documentados en El Muro.

    Durante el rodaje el documentalista acompañó al ambientalista Ben Macue a un recorrido por las zonas más contaminadas del Estuario del Río Tijuana, donde encontraron una gran cantidad de plástico, llantas, ropa desgarrada y hasta juguetes viejos que habían sido arrastrados río abajo de las colonias y parques industriales del sur de la frontera.

El origen del problema

    Además del daño ecológico, El Muro examina cómo la seguridad nacional ha sido utilizada para justificar acciones que afectan directamente las vidas de los residentes fronterizos. Principalmente se enfoca en el cierre del Parque de la Amistad, el cual por décadas permitió el contacto entre familias de inmigrantes divididas por su situación legal, por lo menos a través de una reja.

    El filme documenta las acciones de resistencia pacífica en contra del cierre del parque efectuadas por los grupos de activistas pro inmigrantes durante los años 2008 y 2009, incluyendo el arresto del padre John Fanestil, por traspasar los límites de seguridad impuestos por agentes federales fronterizos durante la construcción del segundo muro en el Parque de la Amistad.

    Antes de su arresto Fanestil celebraba una misa para fieles de ambos lados de la frontera e intentaba dar la comunión a través de la reja divisoria.

    “No existía ningún motivo de seguridad por el cual este parque tuviera que ser destruido” sostuvo Rainoff durante la entrevista. “La Patrulla Fronteriza asegura que es para detener el tráfico de drogas pero ya había una barda ahí, ¿cuantos gramos de cocaína tienes que cruzar a través de la barda para juntar una bolsa grande?

    Desde una perspectiva más amplia el autor analiza el mismo modelo económico de libre comercio que ha generado los problemas en la frontera como la migración hacia las ciudades mexicanas del norte; las pésimas condiciones laborales y de salud de los trabajadores de las fábricas de productos americanos; el surgimiento de la violencia desmedida que genera el tráfico de drogas, y muchos otros más.

    “Mis impuestos están financiando todo este enredo de la inmigración, el daño ecológico, la migra” sostuvo Rainoff, quien se pregunta ¿cuál es el costo para nuestro medio ambiente? ¿cuál es el costo para nuestra infraestructura nacional? ¿cual es el costo para nuestra democracia?