Al hablar de vinos en la región, California sin duda es una de las zonas con mayor desarrollo en este ámbito en los últimos tiempos, donde parte importante se centra en casas vinícolas con sello mexicano tanto al norte en el Valle de Napa y al sur en el Valle de Guadalupe; y este fin de semana se dieron cita en San Diego más de 20 bodegas vinícolas en diferentes restaurantes del grupo Cohn para degustar sus productos.

Con su máximo cupo vendido, el restaurante Sea180 ubicado en Imperial Beach fue el anfitrión de alrededor de 200 asistentes para el primer acercamiento con los vinos en sus diferentes variaciones –tinto, blanco, rosado- provenientes de las diferentes casas productoras de vinos de ambas regiones tales como: Renteria Wines, Delgadillo Cellars, Gustavo Wine, Encanto, Gallegos Wines del Valle de Napa; y por parte del Valle de Guadalupe: Monte Xanic, Bodegas Santo Tomás, Vena Cava, Lechuza Vineyards, Fratelli Pasini, Cavas Valmar, entre otros.

Los presentes disfrutaron de una charla instructiva por parte de los enólogos de los diferentes viñedos en donde explicaron las características de sus vinos y las optimas condiciones para disfrutarlos, posteriormente, en el patio central del restaurant una amplia degustación e interacción directa con los representantes de cada casa vitivinícola.

Organizado por Maurice DiMarino para finalizar el fin de semana, el domingo 15 de Marzo se llevó a cabo el segundo evento hospiciado por el restaurant de la Chef Deborah Scott “Indigo Grill”, experta en cocina Latinoamericana con estudios de cocina en Oaxaca, Alaska y diferentes pueblos al sur de México quien sirvió un menú de tres tiempos basados recetas clásicas de típicos platillos mexicanos como pozole blanco, tamales veracruzanos de camarón y tacos de barbacoa para combinar a la par de los diferentes vinos.

La fusión entre los platillos mexicanos y el vino fue idea de la chef Deborah Scott quien resalta la importancia de darle un giro a las recetas típicas: “Me gusta darle un toque especial e ir mas allá de lo clásico, por qué no acompañar un tamal con un buen vino en lugar de lo que estamos acostumbrados a probar con un tequila o una cerveza”.

Eventos como este son de suma importancia tanto para los productores de vino, como para los consumidores de éste, pues se abre una puerta comercial en la que se da a conocer los productos y resulta más fácil la comercialización sin importar la nacionalidad del vino. Michelle Martain dueña de LMA Wines producidos en Valle de Guadalupe menciona sobre el gran avance que ha tenido el vino mexicano a lo largo del país y traspasando fronteras. “Nos interesa que nuestros vinos poco a poco vayan introduciéndose en los diferentes mercados, hace diez años era muy difícil que te abrieran las puertas de los restaurantes para una degustación y afortunadamente hoy es mucho más fácil y ya son reconocidos”.

Cada enólogo aporta sus mejores mezclas y las dio a conocer en dichos eventos, incluso se fortalecen y afianzan alianzas comerciales de exportación que permiten la pronta globalización del vino mexicano que tanto reconocimiento mundial está teniendo a la par de los mejores vinos argentinos, chilenos o franceses. Thomas Bracamontes dueño de Renteria Wines en el Valle de Napa comenta que lo más importante para él es demostrarle al mundo que los mexicanos son buenos en lo que hacen, “no porque sea mexicano quiere decir que no puedo saber sobre un buen vino”.

Gracias al esfuerzo de Maurice DiMarino del grupo de restaurantes Cohn se realizan frecuentemente eventos como este en donde son factibles las negociaciones entre productores de vinos y consumidores para tener lo mejor de ambas partes de la frontera en una atmosfera agradable para todos los participantes y lo más importante, una experiencia placentera al paladar.