El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer; ya sé que muchos estarán pensando por qué un día para la mujer y por qué no un día internacional para los hombres ¿no? bueno pues hay muchas respuestas para esa pregunta; entre ellas tenemos estas: Que desde el comienzo de los tiempos las mujeres han sufrido trato discriminatorio en razón de su género o sea por ser mujeres, en todo aspecto de su vida, desde la íntima esfera familiar hasta en los trabajos donde por mucho tiempo han tenido y aún sufren discriminación laboral, muchas de ellas trabajan en condiciones miserables, sufren despidos injustificados cuando están embarazadas o ganan sumas muy por debajo de los varones que hacen el mismo trabajo.

Las mujeres desde el comienzo de los tiempos han luchado duro para conseguir ser consideradas ciudadanas y poder ejercer su derecho a votar algo que ahora parece tan natural y que es el resultado del esfuerzo de muchas.

En la actualidad todavía son las mujeres las más pobres en comparación con los varones y cuentan con menos posibilidades de acceso a la educación en todo nivel.

Sin embargo, lo que quiero destacar al mencionar que el 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer no son nuestros problemas de discriminación sino que lo que quiero resaltar son nuestros logros sin dejar de mencionar a algunas mujeres (entre miles) que lucharon para que nosotras o algunas de nosotras tengamos mejores y más oportunidades.

Es preciso recordar algunos ejemplos admirables de mujeres valiosas, determinadas y valientes como la concubina de un emperador chino que creo un lenguaje llamado el Nushu de 8000 caracteres para que las mujeres pudieran comunicar libremente sus lamentos y demás asuntos de su vida sin ser entendidas o por qué no recordar a la monja Sor Juana de la Cruz o Herrad de Landsberg que allá por el siglo XII que hizo la primera enciclopedia confeccionada por una mujer y que se llama Jardín de las Delicias, como no recordar a Mary Wollstonecraft, escritora considerada fundadora del pensamiento filosófico feminista y su lucha por la vindicación de los derechos de la mujer, recordemos también a esas heroínas anónimas de la época de la cacería de brujas allá en los siglos XV y XVI cuando muchas mujeres fueron perseguidas y ejecutadas, la represión alcanzó cifras aterradoras cientos de ellas fueron llevadas a la pira en Alemania, Italia Inglaterra y Francia en algunos pueblos de Alemania hubieron más de 600 ejecuciones anuales y en Toulouse 400 mujeres fueron llevadas a la pira en un solo día todas supuestamente eran brujas…Me pregunto: ¿Habrán sido todas brujas o habrán sido mujeres pensantes y contestatarias y por ello confundidas con brujas?

Para ellas, para todas las mencionadas va nuestro homenaje y para las mujeres actuales que desde los más altos puestos de administración pública y privada toman decisiones en todas las áreas, muchas de ellas desde la primera magistratura de su nación, otras ocupando altos cargos en los poderes judiciales, puestos desde los cuales deciden los aspectos más importantes en la vida de las personas como son la libertad, las relaciones familiares/personales o sobre la propiedad.

Tenemos también destacadas e inspiradoras mujeres en el mundo del arte, música deporte, en todas las áreas sin ninguna excepción. No puedo dejar de mencionar a otro grupo de mujeres que no tuvieron la oportunidad de acceder a ningún tipo de educación formal pero que, sin embargo, son sabias han aprendido a escuchar su canción secreta: Su alma, su espíritu. Ellas transmiten sabiduría aprendida por la experiencia.

Preciso es también resaltar que mucho depende de nosotras mismas las mujeres para lograr el respeto y el trato igualitaria que merecemos sin que se hagan diferencias por razón del género porque aunque la ley reconoce que todos los seres humanos son iguales, en lo personal considero que existe una diferencia y esta es la maravillosa posibilidad que tienen las mujeres de engendrar, de ser madres, capacidad que en muchos casos nos coloca en posición privilegiada frente al cuidado de los hijos lo que significa que por ser nosotras las que en la mayoría de los casos estamos en más estrecha relación con los hijos tenemos el deber de educarlos y /o criarlos en igualdad, dejándolos participar por igual de las mismas tareas domésticas eliminando los prejuicios culturales que siempre ponen a las hijas a la cocina y a lavar los platos y a los chicos a disfrutar de que alguien los atiendan porque este tipo de conductas aprendidas desde el hogar en nada nos ayudan como mujeres ya que con ellas reforzamos conductas machistas y abusivas ni tampoco lo contrario, es decir siendo permisivas con las niñas educándolas para ser atendidas y pasando el trabajo duro a los varones porque este tipo de enseñanzas también es nocivo y refuerza el sexismo que sostiene la supremacía de un sexo o un género por encima del otro.

Finalmente mi homenaje y profundo reconocimiento para aquellas mujeres que sacan adelante solas a sus hijos, aquellas que son padre y madre a la vez, las mejores economistas en la casa y las mejores amigas de sus hijos a quienes quieren y educan con su ejemplo.