Se está llevando a cabo una huelga de hambre por justicia a solo unos metros de la estación de la Patrulla Fronteriza en San Ysidro. Los miembros de la huelga de hambre dicen que esta área es un lugar central donde los detenidos son llevados antes de que sean trasladados a otro lugar.

En una misión para crear cambios, cuatro hombres y dos mujeres están arriesgando su salud y enfrentando el hambre para crear cambios al no comer nada. Por ahora, solo beben agua y tés preparados por médicos, reponen los electrolitos de los huelguistas con líquidos nuevos y también les proporcionan vitaminas y minerales.

Los huelguistas tienen varias demandas que incluyen la abolición del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), la reunificación de familias separadas en la frontera, el rechazo de contribuciones de campaña de cárceles privadas, justicia para Earl McNeil, la eliminación de cárceles con fines de lucro de California, una reunión con representantes estatales, la creación de un comité de San Diego sobre responsabilidad policial liderado por miembros de comunidades afroamericanas, indígenas y latinas, y también un voto negativo para el candidato a la Corte Suprema, Brett Kavanaugh.

Gabby, quien está en huelga de hambre y prefirió usar solo su nombre, comentó sobre la demanda con respecto al ICE.

“ICE se creó en 2003, no es como si Estados Unidos hubiera existido con esta institución, y el tipo de injusticias que han sucedido y continúan sucediendo, es irreversible. Los niños separados, por ejemplo, según la U.N., es una forma de genocidio, y es una táctica que están utilizando para disuadir a quienes intentan solicitar asilo. Es inmoral, no ético, y está mal. Es por eso que insistimos en la abolición”, dijo Gabby.

Una encuesta reciente de Morning Consult/Politico muestra que el 54 por ciento de los estadounidenses se oponen a la abolición de ICE. Esta semana, Vox, un sitio de noticias en línea, también informó que los republicanos de la Cámara de Representantes abandonaron los planes para obligar a los demócratas a votar sobre la abolición de ICE después de que quedó claro que los demócratas como grupo votarían en contra de su propia ley.

Los huelguistas también piden la reunificación de las familias separadas en la frontera. Recientemente, un juez de San Diego ordenó a las familias separadas que vuelvan a unirse. Hasta ahora, el gobierno ha reunido a más de 50 familias, pero miles siguen separados.

El rechazo de las contribuciones de campaña de las cárceles privadas también está en la lista de demandas del grupo. En 2015, The Washington Post informó sobre las dos compañías penitenciarias más grandes con fines de lucro en los Estados Unidos, GEO Group y Corrections Corporation of America (renombrado CoreCivic), y sus asociados han inyectado más de $ 10 millones a candidatos desde 1989 y han gastado casi 25 millones de dólares en esfuerzos de cabildeo.

Un análisis de Associated Press descubrió que la detención de niños inmigrantes aporta anualmente mil millones de dólares en ingresos. El informe de la AP también mostró que las subvenciones a las instalaciones para la vivienda de los niños no acompañados y separados ascendieron de 74.5 millones de dólares en 2007 a 958 millones de dólares en 2017.

En los días posteriores al inicio de la huelga de hambre, se han producido algunos cambios en cuestiones relacionadas con las demandas de los huelguistas.

El Partido Demócrata de California acaba de anunciar que ya no aceptará contribuciones políticas de las corporaciones privadas de cárceles. El presidente del partido, Eric Bauman, dijo que cualquier contribución recibida desde el 21 de mayo de 2017 sería donada a organizaciones que realizan trabajo crítico para proteger a los inmigrantes de la administración Trump o para apoyar y rehabilitar a las personas recientemente encarceladas.

El senador estatal Kevin de León también redistribuyó el dinero que recibió de fuentes que albergan solicitantes de asilo a organizaciones sin fines de lucro que brindan servicios a las comunidades de inmigrantes.

Los miembros de la huelga de hambre también dijeron que están en conversaciones con otros funcionarios electos para que también dejen de aceptar contribuciones políticas del complejo industrial de cárceles privadas y redistribuyan el dinero que han tomado de organizaciones con fines de lucro y cárceles privadas.

El grupo también está exigiendo respuestas sobre la muerte de McNeil.

Gabby dijo que la razón de la demanda era sobre las preocupaciones sobre la violencia contra personas pobres, personas de color, grupos marginados, y dijo que la reciente muerte de McNeil es uno de los últimos ejemplos locales de eso.

La familia de McNeil dijo que el mes pasado fue al Departamento de Policía de National City en busca de ayuda, pero que terminó en coma y sufrió un severo daño cerebral mientras estaba bajo custodia. Los agentes de policía han dicho que McNeil se volvió combativo cuando lo encontraron afuera de la estación de policía. McNeil murió luego de ser retirado del soporte vital el mes pasado. Una investigación aún está en curso.

Junto con la huelga de hambre, el grupo también ha enviado cartas con las diferentes demandas a los funcionarios electos a nivel local y estatal para pedirles que respondan a las demandas.

Los huelguistas también establecieron un campamento en el Vista Terrace Park en San Ysidro amigos también se quedan para protegerlos, y también crearon una página de Facebook llamada San Diego #Hungry4Freedom Hunger Strike.

En los primeros días de la huelga, los agentes de la Patrulla Fronteriza intentaron hablar con los huelguistas, pero los miembros no estaban interesados en un diálogo.

Los huelguistas afirmaron que los residentes locales también derribaron una pancarta y otra persona escuchó palabras de odio y les dijo que se fueran, pero eso no desanimó a nadie de detener la huelga de hambre.

Marco Amaral, quien también es maestro, fue uno de los primeros en unirse a la huelga de hambre.

“No hay vuelta atrás. Hemos llegado como país a un punto que es imperdonable. Hemos llegado a un punto como país, como sociedad, que no podemos repetir en la historia. Y es nuestro deber social, deber moral, hacer algo”, dijo Amaral.

Amaral dijo que asiste a casi todos las marchas y protestas, pero se sintió frustrado luego de regresar a su casa y encender su televisor y vivir la vida como si nada hubiera pasado.

“La vida vuelve a la normalidad. El presidente continúa haciendo lo que quiere. La Patrulla Fronteriza continúa separando familias”, explicó Amaral. “En esa frustración, pero también con amor por la humanidad, amor por las madres, por sus hijas e hijos, que están sin sus padres, pensé que era importante hacer un sacrificio más, un sacrificio que va más allá de unas pocas horas de mi vida”. El mayor sacrificio que tenemos como humanos son nuestras vidas, nuestros cuerpos. Para mí, una huelga de hambre es lo más básico que podemos hacer”, agregó.

Amaral dijo que es solo el comienzo, agregando que el grupo ya ha visto logros en los días transcurridos desde que comenzaron la huelga de hambre, incluida la generación de conciencia en el vecindario circundante y con la gran cantidad de personas que han pasado por allí.

También dijo que la lista de demandas servirá como una plataforma, una agenda política para un movimiento con un propósito claro con un principio y un final.

Mohamed M. Elnakib también está en huelga de hambre.

Elnakib, quien trabaja en salud mental, estaba motivado por el trauma que, según dijo, es evidente en los niños que se reúnen con sus familias. Dijo que no hay expresión, no hay emoción en los rostros de los niños porque han visto tanto trauma que ya no son capaces de regular sus emociones, y se preocupa por el daño que causará a largo plazo.

“Soy un musulmán sin remordimientos y es otra de las principales razones que me impulsa a seguir adelante. Poner mi vida en peligro es algo que mi fe me enseña a hacer, especialmente cuando se trata de ayudar a otros y hacer una diferencia en el mundo”, dijo Elnakib.

También se sintió motivado por la prohibición de viajar a los musulmanes porque ha afectado a tantas familias y, como la Corte Suprema lo confirmó hace algunas semanas, consideró que permanecer en silencio era como dar la aprobación para permitir que sucediera.

Gabby espera que la huelga de hambre enfatice la necesidad de que las personas salgan y hablen.

“En solidaridad con las injusticias que ocurren todos los días, las personas no pueden irse a casa sintiéndose mal, y seguir con su día esperando que los políticos arreglen las cosas. Nosotros, la gente, necesitamos demandar un cambio”, explicó.