Vender humo es la expresión que se utiliza para catalogar a aquella persona que nos quiere hacer creer cosas que no son ciertas.

Hay muchos comunicadores que se dedican a eso, sobre todo aquellos a los que se les obliga a hablar bien de alguien sin tener la absoluta convicción de hacerlo.

Los expertos en vender humo exageran la realidad, esconden la verdad y disfrazan las circunstancias.

De muy joven me tocó conocer a los mejores parlanchines mentirosos que abusaban de los micrófonos para venderme una idea que estaba totalmente alejada de realidad.

En 1978, los comentaristas, cronistas y periodistas de Televisa orquestaron un gran campaña para hacerle creer a todo el país que México tenía una gran selección de futbol.

Gritones desaforados como Ángel Fernández, Fernando Marcos, Juan Dosal y Jorge Ventura, entre otros, aseguraban que el Tri haría un gran papel en el Mundial de Argentina.

La falsa propaganda que vociferaban los empleados de Emilio Azcárraga Milmo era estruendosa a pesar de que a México le tocó un grupo muy complicado.

En ese entonces, las Copas del Mundo todavía se jugaban con 16 selecciones que eran repartidas en cuatro grupos.

El sorteo de aquella ocasión provocó que México cayera en el mismo sector que Alemania, Polonia y Túnez.

Para poner en perspectiva lo complicado del grupo, hay que señalar que los germanos eran los campeones defensores del Mundial de 1974 y los polacos habían conseguido el tercer lugar.

A pesar de que México tenía que enfrentar al campeón del mundo, a una gran generación de jugadores polacos y a una potencia africana, los vende humo de Televisa nos hicieron soñar.

En cada programa deportivo, en cada emisión noticiosa, los comentaristas aseguraban que el Tri tenía la mejor selección de su historia.

La mentira nos la repitieron tantas veces que muchos de nosotros creímos que era verdad.

Todo aficionado mexicano al futbol de aquella época juraba que México empataría con Alemana, le ganaría a Polonia y golearía a Túnez.

El primer partido del Tri en ese Mundial fue contra Túnez y la derrota de 3-1 ante los africanos fue el golpe demoledor que dejó traumada a toda una generación de mexicanos.

Después vino la vergonzosa goleada de 6-0 contra Alemania y la derrota de 3-1 ante Polonia.

Así, con esos durísimos tres golpes, es que aprendí que la selección mexicana de futbol es un producto comercial que se utiliza para manipular el sentimiento popular.

Por varios años ya, los vende humo modernos nos han querido vender la idea de que México lleva una generación dorada de jugadores al Mundial de Rusia que arranca la próxima semana.

Nos quieren hacer creer que jugadores tan devaluados como como Giovani dos Santos , Carlos Vela y Javier Hernández le van a dar a México triunfos históricos en la Copa del Mundo.

Esos vende humo de pacotilla nos quieren hacer comprar una falsa ilusión, tal y como lo hicieron los que un día me aseguraron que empataríamos con Alemania, le ganaríamos a Polonia y golearíamos a Túnez.