La alcaldesa de Chula Vista, Mary Casillas-Salas y su homóloga electa de National City, Alejandra Sotelo-Solís, enviaron una carta al presidente Donald Trump con la que reclaman por la incertidumbre generada en la región fronteriza dado la falta de recursos destinados para atender a inmigrantes que solicitan asilo político.

En el documento que fue difundido por la Oficina de Prensa de la Ciudad de Chula Vista, ambas funcionarias manifiestan su inconformidad por medidas adoptadas por la administración federal, incluidas los recientes cierres en garitas en respuesta a la presencia de la caravana migrante.

Casillas-Salas y Sotelo-Solís, hicieron énfasis en que la denominada región CaliBaja, genera ganancias por encima de los 230 mil millones de dólares, lo que la convierte en una de las economías más sólidas del mundo.
Las alcaldesas refieren que la zona fronteriza está “integrada social y culturalmente, y representa un motor económico clave. “Por ello, cualquier acción para cerrar la frontera resultaría en un daño irreversible que amenazaría con hundir a la economía estadounidense en una recesión”, señalaron en la carta con fecha del 4 de diciembre.

“Cientos de empresas han establecido sus operaciones de negocio en ambos lados de la frontera, lo que requiere de una interacción diaria para mantener en movimiento las líneas de producción y distribución”, precisaron.

En las últimas semanas, se han registrado seis cierres en diferentes garitas entre California y México, cuatro de ellos por simulacros anunciados con anterioridad. El pasado 25 de noviembre, el cruce internacional entre San Ysidro y Tijuana cerró por espacio de cinco horas, debido a una manifestación que inició del lado mexicano y tras las cual, un grupo de inmigrantes intentó cruzar por la fuerza a Estados Unidos.

La Cámara de Comercio de San Ysidro, estima que los negocios perdieron poco más de un millón de dólares por cada hora que el cruce suspendió operaciones. Casillas-Salas y Sotelo-Solís, confirmaron que sus respectivas ciudades también se vieron afectadas por dicha medida.

Y es que el presidente Donald Trump ha insinuado que cerraría la frontera si el Congreso no ayuda a financiar la construcción de un muro fronterizo con México. “Las consecuencias económicas de cerrar la frontera serían catastróficas, irresponsables y totalmente evitables”, advierten ambas funcionarias.

También, se hace mención a los vínculos que se comparten de un lado a otro, tanto por cuestiones laborales, escolares o familiares. “Entendemos que usted es ajeno a nuestra realidad, pero nos parece inconcebible que se rehúse a reconocerla”, dicen las alcaldesas al presidente.

El gobierno federal ordenó el despliegue de tropas a la frontera para apoyar con las labores de resguardo en respuesta a la llegada de la caravana de centroamericanos a la vecina ciudad de Tijuana.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), ha pronosticado que podrían pasar hasta dos meses antes de que las solicitudes de asilo de los recién llegados sean atendidas, dado la alta demanda en los puertos de entrada.

Por ello, es que miles de inmigrantes esperan su turno en un albergue de Tijuana, mientras que otros, han optado por cruzar la frontera de forma ilegal.

Casillas-Salas y Sotelo-Solís consideran que el gobierno debería destinar recursos adicionales para acelerar el proceso de asilo, tanto para aceptar a quienes tienen una petición legítima como para regresar a casa a quienes se les rechace su solicitud.

“La historia no juzgará sus acciones de forma amable en relación con la región de Estados Unidos y México o con la crisis humanitaria de los refugiados centroamericanos”, concluyen.