No cabe duda que nuestro sistema escolar está fracasando en educar a nuestros niños. Con un alto índice de nuestros niños no recibiendo un diploma de escuela secundaria a casi un 30 por ciento (a nivel nacional), y casi el 50 por ciento para estudiantes afro-americanos e hispanos, es evidente que estamos en una crisis. Peor aun, tal parece que hay poca urgencia para hacer algo al respecto.

Para ser justos, con nuestro país atravesando por una de las peores recesiones, se puede entender por qué el pueblo está más preocupado en mejorar la economía que mejorar nuestro sistema escolar. Pero la verdad es que si nuestros legisladores siguen demorando el tema de educación para otro tiempo, puede que nos esperen más años de recesion económica en el futuro.

Según un reporte de mis colegas, Dan Lips, Jennifer Marshall y el Doctor James Jay Carafano, titulado, “Mejorando la Competencia Estadounidense”, los EEUU no están produciendo científicos, ingenieros o matemáticos como antes en su historia.  Como prueba, los autores nos cuentan que según un reciente examen de matemáticas administrado por el Programa de Estudiantes Internacionales, los estudiantes estadounidenses acertaron muy poco en las preguntas a comparación con los estudiantes de otros países que participaron en el exámen. Los resultados fueron muy parecidos midiendo el conocimiento de las ciencias.

Esto es muy importante porque nuestro país depende tanto de matemáticos e ingenieros, para que nuestro país continúe siendo un líder tecnológico. Un ejemplo de esto lo encontramos  en Silicon Valley, California de donde proviene lo más avanzado en tecnología como los productos I-Phone y el I-Pod. Estos avances han sido gracias a la innovación de científicos e ingenieros estadounidenses.

Y por supuesto que también nos beneficiamos del trabajo de científicos y doctores en otras áreas también. Por ejemplo, gracias a nuestros científicos y doctores, nuestro país es uno de los líderes tratando de encontrar una cura para el SIDA y el cáncer. En fin, todos nos beneficiamos gracias a las ciencias y matemáticas.

Y por si esto no fuera poco, un pueblo más educado también es importante para nuestra defensa nacional. Como escriben mis colegas en su reporte, “Por varios años, los EEUU dominaban las ciencias representado en el alto número de patentes presentados a su ejercito… que  en torno ayudó a su economía… Pero las cosas han cambiado. Recientemente, la China ha estado teniendo mucho éxito en la ingeniera eléctrica y la computación”.

O sea, nuestros fracasos educativos ponen en peligro nuestra seguridad nacional.

Desafortunadamente para muchos la respuesta para esta crisis es simplemente abogar por más dinero federal sin considerar otras formas para realmente traer un cambio necesario para mejorar nuestro sistema escolar. Una escasez de dinero no puede ser el problema cuando nuestro país gasta casi 12,000 dólares por estudiante cada año en muchas de nuestras escuelas.

El verdadero problema es la oposición del no querer reformar el sistema y el introducir más medidas para crear competencia en el sistema escolar. Por ejemplo, los sindicatos de maes-tros se oponen a cualquier tipo de reforma con el afán de proteger sus intereses —sin importar el bienestar de los estudiantes. Incrementando el número de becas para que los padres puedan elegir a dónde mandar a sus hijos sería un buen paso para mejorar nuestro sistema escolar.

Es absolutamente necesario que estemos preparando a nuestros futuros líderes con una buena educación si es que queremos continuar siendo una potencia mundial. Nuestros legisladores han estado ignorando este crisis mientras el sistema escolar se está desplomando enfrente de nuestros ojos. La hora de actuar ha llegado.