A unos meses de comenzar a llevar ayuda a los refugios para migrantes en Tijuana, la organización de latinas musulmanas del sur de California inició una campaña para reunir fondos para abrir su propio refugio.

Mayté Gutiérrez, una de las dirigentes de la Fundación de Latinos Musulmanes en San Diego, dijo que luego de que su organización comenzó a ayudar con alimentos y ropa a algunos de los refugios más necesitados en Tijuana, descubrió que a la ciudad también llegaban musulmanes en busca de asilo.

“Nosotras queremos ayudar a las personas que podamos sin importar su procedencia, pero definitivamente hay familias musulmanas que llegan en mayor desventaja cultural que las familias centroamericanas”, dijo por su parte Sonia García.

Mayte dice que esas familias y migrantes llegan “después de mucho viajar en malas condiciones a un lugar que no conocen, donde hablan un idioma que no entienden, sin tener un lugar a dónde ir, porque no saben a dónde dirigirse y a veces los refugios están llenos”.

Hace unas semanas, en uno de sus recorridos, las musulmanas encontraron casualmente a un inmigrante argelino en Tijuana, musulmán, quien solo hablaba francés; luego para seguirle el rastro y ayudarlo, lo buscaron en muchos de los albergues hasta que lo encontraron en el Ejército de Salvación en la colonia Libertad.

Al ayudar a ese hombre, las latinas musulmanas descubrieron que podrían apoyar a otras personas en iguales circunstancias.

Luego recorrieron parte de Tijuana hasta que encontraron un local céntrico, una bodega con cuatro baños.

Pero ahora falta reunir los fondos para abrir el refugio.

“Confiamos en que podemos conseguir la ayuda de la comunidad musulmana en el sur de California porque Dios nos dice que seamos misericordiosos con los necesitados como Él lo es con nosotros”, dijo Sonia García.

Pero la fundación recibiría el apoyo de quienes quisieran participar. “Nosotras no nos enfocamos en ayudar a los musulmanes solamente, sino a las personas vulnerables; a mujeres con niños necesitadas de un refugio, por ejemplo”.

Una vez que encuentren financiamiento para el sitio, las musulmanas latina llevarán a Tijuana grupos de voluntarios con quienes han ayudado desde el 2016 a migrantes haitianos y africanos, y después a familias centroamericanas y mexicanas tienen que esperar para pasar por la garita a solicitar asilo.

Las latina musulmanas ya tienen listos voluntarios médicos, enfermeras, estilistas y asesores legales, entre otros.

No hay un número de migrantes musulmanes que hayan llegado a Tijuana porque nadie lleva estadísticas por religión, solo por nacionalidades.

Ocasionalmente los musulmanes han ayudado a migrantes en dos mezquitas, una en Playas de Tijuana y la otra en una casa en Rosarito –la Casa de la señora Lupita, como se conoce–, un domicilio regular con un lugar destinado a la oración musulmana.