La Patrulla Fronteriza comenzó a saturar con migrantes los albergues en San Diego y Tijuana, y algunos políticos demócratas piensan que el traslado es parte de un plan electoral del presidente Donald Trump.

La patrulla ha devuelto a territorio mexicano desde hace semanas a cientos de migrantes centroamericanos que se entregan en el Valle Imperial y Arizona, pero antes de regresarlos les proporciona citas ante cortes de migración en San Diego, por lo que deben esperar en Tijuana durante varios meses.

Por otra parte, desde esta semana la patrulla comenzó a trasladar en vuelos a cientos de migrantes en familias principalmente centroamericanas que se entregan para pedir asilo en la frontera del estado de Texas, en el Valle del Río Grande.

El jefe interino de la patrulla en San Diego, Douglas Harrison, dijo que se trata de una decisión de contingencia para desahogar a la patrulla del sur de Texas pero que no sabe cuánto va a durar ese traslado.

El traslado ocurre cuando se encuentra casi lleno el refugio que habilitó la coalición Red de Respuesta Rápida de San Diego en el edificio de la antigua Corte Familiar.

Un supervisor del condado, Nathan Fletcher, informó en comunicado que el envío de cuentos de migrantes que podría saturar el albergue es parte de “una crisis que fabricó (el presidente Donald Trump) para conducir su agenda política” de reelección.

El congresista Juan Vargas, también demócrata, dijo que “estos nuevos cambios sin sentido” solo causan problemas y “un caos innecesario, irresponsable y apático”.

El centro de Estudios México Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego (UCSD, por sus siglas en inglés) informó este fin de semana que de unos 18,700 migrantes que esperan en la frontera al lado de México para pasar a solicitar asilo, la mayoría se encuentra en Tijuana.

Las cifras de la universidad son de este fin de semana.

Ahora hay más de seis mil migrantes a la espera de asilo en Tijuana, le sigue Ciudad Juárez con poco más de 5,000.

Sin embargo, en Tijuana la llegada de cientos de migrantes que se dirigían a otras regiones de la frontera podría saturar más rápido la capacidad de los refugios, de acuerdo con administradores de albergues.

“Ya tiene como tres semanas, que el Grupo Beta (del gobierno de México para protección a migrantes) nos llama tal vez un día sí y al siguiente no, o dos días sí y uno no, para preguntar si podría traernos grupos de 20, o de 25 migrantes”, dijo el pastor Albert Rivera del refugio Misión Mundial Agape.

Su iglesia, a la que añadió construcciones para dar refugio, alberga actualmente a unas 300 personas, pero calcula que en menos de una semana puede llegar un centenar más.

“Hasta ahora no hemos tenido problema para alojar y alimentar a los migrantes, pero esta es la primera vez que vemos la posibilidad de que el albergue se nos llene y entonces vamos a ver qué se podría hacer”, agregó.

Los refugios operan con fondos propios, porque el gobierno de México suspendió la ayuda que les proporcionaba hasta el año pasado.