Grupos ambientalistas piden se posponga la construcción de un espacio para acampar en el Valle del Río Tijuana, al sur del condado, pues consideran deben priorizarse iniciativas para erradicar la contaminación que ha aquejado dicha zona durante décadas.

La Junta de Supervisores del Condado incluyó dentro de su presupuesto para el próximo año fiscal un fondo de 4 millones de dólares para este proyecto, aunque activistas han externado su preocupación dado la cercanía con playas que han sido afectadas por los flujos de aguas negras que llegan desde el sur de la frontera.

“Creemos que ese fondo podría utilizarse mejor para buscar soluciones e invertir en infraestructura para frenar las corrientes que llegan desde el río”, expresó Gabriela Torres, coordinadora de políticas para la organización ambiental Surfrider Foundation en San Diego.

El año pasado, la playa más cercana al espacio propuesto para acampar se mantuvo cerrada por casi 170 días, debido a que el agua representaba un riesgo para la salud. En lo que va de 2018, la misma playa ha permanecido clausurada por 64 días, según datos de dicha organización.

El grupo expuso su caso esta semana en rueda de prensa, en la cual estuvieron acompañados de otras asociaciones como Citizens Against Sewage, South Bay Clean Water Movement y San Diego Democrats for Environmental Action, además del director del sindicato de Patrulla Fronteriza y Nathan Fletcher, ex asambleísta y candidato a la Junta de Supervisores.

Si bien, esta coalición dice no estar en contra de la apertura de espacios recreativos dentro del parque regional, piensan que por ahora el tramo contemplado para acampar podría representar un riesgo para la salud pública.

“Ahora no es el tiempo para construir un espacio para acampar, ni siquiera de planearlo”, enfatizó Bethany Case, cofundadora del grupo South Bay Water Movement. “Ahora es el tiempo de utilizar estos fondos para atender el problema de las aguas negras”, agregó.

El Condado de San Diego tiene contemplado iniciar con la construcción de este espacio para acampar en el verano del próximo año.
El supervisor Greg Cox, quien promovió esta iniciativa dijo entender la preocupación de los residentes del sur del condado por la contaminación.

“Yo estoy tan frustrado como ellos lo están con este problema”, señaló. “Por ello, es que estamos trabajando en múltiples frentes con funcionarios estatales y federales para encontrar soluciones a esta problemática recurrente”.

Cox, precisó que se está realizando una investigación para medir las afectaciones generadas por los flujos de aguas negras, el sedimento y la basura y de esta manera, determinar costos y soluciones a corto y largo plazo. De manera paralela, se está desarrollando un estudio ambiental para garantizar que el parque planeado será seguro para visitantes.

“Si nuestros estudios técnicos encuentran que ésta no es una ubicación viable para un campamento, entonces buscaremos otro sitio”, aseguró el funcionario.

Surfrider Foundation, es uno de los grupos que ha considerado acción legal en contra del gobierno estadounidense, por considerar que han fallado en atender este problema. Las ciudades de Imperial Beach, Chula Vista y el puerto de San Diego, han hecho lo propio pues consideran se han violado leyes diseñadas para proteger la calidad del agua.