Los prototipos del muro propuesto por el Presidente Trump se encuentran actualmente en un sitio cerca de un muro existente en San Diego.

Los ocho bloques de metal y concreto son los prototipos de la visión de la administración de Trump de un muro que costaría entre $20 mil millones y $60 mil millones en construir.

En un nuevo reporte, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), un centro de estudios y promoción de los derechos humanos en América, señala que la sección en la que están construidos los prototipos que es el sector San Diego de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, es un ejemplo perfecto de lo limitado que son los muros, vallas y barreras en cuanto a la migración y los desafíos del tráfico de drogas.

Este sector cuenta con 60 millas de frontera y 46 de esas cuentan con un muro existente.

De acuerdo al reporte, el sector de San Diego demuestra que los muros y vallas pueden reducir la migración en las áreas urbanas, pero que no muestran una diferencia en las áreas rurales.

En áreas con gran densidad de población, los viajeros pueden mezclarse rápidamente en la comunidad. Y casi todas las áreas con gran densidad de población ya tiene un muro. En las áreas rurales, donde los migrantes tienen que viajar millas de terreno difícil, el tener que escalar un muro no es algo disuasivo, por lo que la construcción de un muro sería una pérdida de recursos.
El reporte también indica que los muros no son un disuasivo para las personas que buscan un estatus de asilo o refugio en Estados Unidos. Algunas personas que buscaban asilo escalaron el muro existente en el sitio donde están los prototipos mientras estaban en construcción, según el reporte.

En San Diego, existe un número creciente de niños y familias completas descendientes de Centroamérica que llegan a pedir asilo. El año pasado, en este sector, se tuvo la llegada de miles de haitianos quienes viajaron desde Brasil, y algunos de ellos viven ahora en Tijuana. La presencia o falta de un muro no fue una diferencia para esos migrantes, en cuanto a su decisión de pedir asilo a las autoridades estadounidenses.

“La frontera no necesita un muro. Necesita puertos de entrada mejor equipados, con mayor capacidad de investigación, tecnología, y más habilidad para tratar de manera humanitaria con el flujo de personas”, dice el reporte.

El reporte también señala que los muros son irrelevantes para el tráfico de droga. De los nueve sectores fronterizos, San Diego lidera en los decomisos de heroína, metanfetamina y cocaína. Las autoridades federales han encontrado una gran parte de estas drogas en los puertos de entrada, y no en los espacios donde no existe un muro.

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